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miércoles, 7 de marzo de 2018

KOTEPA

                      

                                 
                          KOTEPA  (Re-cuento, por Igor Delgado Senior)

 Kotepa Delgado  llega con sus huesos y su boina de estudiante rebelde a una de las prisiones que el dictador Juan Vicente Gómez dedica a la insurgencia: el Castillo de Puerto Cabello, fortín que edificaron los colonizadores españoles para defender la ciudad de los asedios piratas. Son muchos los jóvenes detenidos, algunos no alcanzan  los veinte años. Los guardias, con sus armas ansiosas, conducen  al grupo de universitarios hasta una bóveda que funge de celda. Hay otros hombres allí, son los habituales presos de un régimen que no acepta modo alguno de inconformidad. Sombras emergen de otras sombras para saludarlos mediante abrazos carcelarios; a través de los barrotes de la ventana se cuela un calor áspero, casi sólido.
Kotepa  ve todo con moroso detenimiento, el mar suena con golpes de acantilado. Repasa las paredes de los siglos donde Miranda estuvo recluido y se acongoja por instantes de avispas que le tocan el corazón; coloca su ropa y sus libros sobre un suelo de piedras inexactas. Alguien le indica el camastro de hilachas para tumbarse, pero no quiere dormir, solo anhela acostumbrar los sentidos (y los sentimientos) a la realidad combativa de la prisión.

IMÁGENES DE SU MUNDO PERSONAL





martes, 6 de marzo de 2018

KOTEPA EN EL CENTRO DE AFECTOS Y PALABRAS






NACIDO PARA PELEAR


  Hace 91 años puso fin a sus andanzas terrenales ese hombre extraordinario que se llamó .Antonio Leocadio Guzmán. De  sus  88 años de vida más de 60 los dedicó a la lucha, digamos que iimplacables, contra la Oligarquía  Conservadora. Por esa lucha fue  él, quizá, el más grande forjador de nuestra nacionalidad moderna.
  El acaudilló el primer Partido Popular de Venezuela; él  fundó el primer gran periódico de masas; él animó y dio bases a la más grande revolución que registra nuestra historia, la Revolución Federal.
Fue un hombre vital, pleno de talento, ambición y audacia y con una cultura no muy profunda, pero suficiente no dejarse  ningunear   por  los Juan Vicente González, Fermín Toro y demás capitostes sabios del Conservatismo.
  Mezcla de Guzmán el Bueno y de Guzmán de Alfarache, este Leocadio era capaz de lo más sublime y de lo más detestable. Fundador de "El Venezolano”, el primer gran periódico progresista, solía decir que “el papel lo  aguanta todo".

lunes, 5 de marzo de 2018

NEGRO PERO DE OJOS AZULES






           Un grupo de turistas llegó a Marsella con objeto de visitar el Castillo de If en el cual estuvo preso el Conde de Montecristo. Grande fue su indignación cuando el guía del Castillo quiso hacerles comprender que ese Conde no había existido sino en la poderosa imaginación de Alejandro Dumas.
         (¡Por qué se empeñarán los guías en destruir el bello mundo interior que nos hemos formado desde la infancia?  ¿Habrá por ventura guías que se atrevan, también, a negar las hazañas de Los Tres Mosqueteros?).
   Más irreal que un Conde y que un Mosquetero del Rey es un negro con los ojos azules.  Pero dice la historia que durante 68 años vivió en París un tipo así y dice también que se llamaba Alejandro Dumas padre.
          Lo llamaban Dumas padre para distinguirlo de Alejandro Dumas, hijo, y de Alejandro Dumas, abuelo.  Porque el bisabuelo ya no era Dumas, sino el Marqués Davy de la Pailleterie, dueño de una hacienda en Santo Domingo y de una trabajadora negra muy apetecible llamada María Cesette Dumas.
         Alejandro Dumas, el de Los Tres Mosqueteros, era un impresionante mulato de ojos azules y cabellos rizados, con casi dos metros de estatura.  Si no era muy apuesto, al menos era muy grato a las mujeres.  (Mujeres por su gloria y por sus luchas en todas partes se le dieron muchas).
          Noble, negro y Alejandro como Pushkin, había desarrollado el don de la palabra tanto como el don de la  escritura.  También, como Balzac, tenía un alto concepto del deber: le debía a todo el mundo.
        Cuando en París del siglo pasado no había cine, radio ni televisión, existía un espectáculo que se llamaba Alejandro Dumas.  Todo París estaba pendiente de su vida y de sus obras.  Sus dramas se representaban todas las noches y sus novelas se leían todos los días en los principales periódicos.  En los intermedios la gente se divertía hablando de sus duelos, de sus trampas, de sus amores, de sus deudas, de sus entradas que eran muchas y de sus salidas que eran muy ingeniosas.

domingo, 4 de marzo de 2018

RECUERDOS DE DUACA


       Los dedico a Carlucho Figueredo, muerto recientemente; a Octavia Octavio, gran dama larense, y a Pascual Venegas Filardo, poeta, escritor y erudito.  (Los tres tienen en común que fueron compañeros muy queridos durante mi infancia).
       ...
       Cuando llegué al Colegio La Salle en la década del 20, me recibió el Hermano Luciano, sabio matemático y gran tomador de pelo: -¿Con que usted es duaqueño? A Duaca la llaman en los periódicos “La Perla del Norte” y a usted lo llamaremos “la perla de Duaca”-. Quedé bautizado para los cuatro años que pasé allí como la perra de Duaca.
       “Duaca, tierra de áureos días y noches de turquesa”. No era como Brujas, la apacible ciudad belga; “una página de Kempis  perdida en una libreta de cheques”, cómo decía el conferencista español García Sánchiz, pero se había hecho famosa en la región porque en aquel pueblo “había primavera hasta en verano”, sus habitantes eran buenos, cultos, y afables y sus calles anchas, largas y planas, circunscritas por tres bosques umbríos que suministraban oxígeno de primera mano y agua para siempre potable.
      
        El que se baña en Duaca
        y pasea por la estación,
        se queda a vivir en Duaca
        o aquí deja el corazón

         Fue el primer graffiti que leí en mi vida y me pareció la suma teológica del orgullo pueblerino. Imagínense “Guape”: un chorro límpido de treinta centímetros de diámetro, emergiendo de un bosque encantado para caerle a uno suavemente sobre la cabeza. (Ahora quitaron el chorro y pusieron una piscina. -¡Qué adecos son los brutos- me dijo en Duaca una señora comentando el hecho).

LA ETERNA JUVENTUD



“El hombre es un Adán que en cierta época de su vida es arrojado del paraíso de las ardientes pasiones” (Goethe).

          Cuando el cabello es espeso e impenetrable las pasiones bullen por dentro del hombre.  Es la edad de la audacia y del comportamiento brutal.  A los 18 y 20 años el ser humano es un mono desnudo de toda reflexión.
         Al correr de los tiempos va raleando el cabello y espesando la experiencia. El hombre es expulsado paulatinamente “del paraíso de las ardientes pasiones” y llega un momento en que cae en el infierno físico y mental de la indiferencia. Es la vejez.
         “La vejez es horrible”, dijo Alexis Carrel.  Doblemente respetables deben ser las personas que han alcanzado la edad provecta, pues ellos son guerreros que no se han rendido ante los embates de la naturaleza y entes humanos obsesionados por la minusvalía física y mental que los años le han traído.
         Se va perdiendo la capacidad de reflejos y el mundo de las sensaciones se hace cada vez más pequeño; disminuye el interés por las cosas que nos rodean; desaparece la fogosidad y ya el hombre no se atreve ni a subir una escalera por temor a rodar. Si los ejércitos fueran constituidos por soldados de más de 60 años, jamás habría guerras.  Cuando uno llega a viejo –dice una copla– todas son contradicciones. “Lancia” (como llaman chistosamente los médicos a “la ancianidad”) es la peor de las enfermedades.

sábado, 3 de marzo de 2018

FUMANDO ESPERO EL CÁNCER QUE YO QUIERO


-¿Vive  aquí  la  señora  Enfisema  Brown  Quial?
-Sí, aquí vive, pero no está en este momento; salió para la farmacia a comprar  ácido muriático para hacer unas gárgaras; dijo que enseguida      regresaba. ¿Quién la solicita?
-Dígale  que  aquí estuvo a saludarla su amigo el señor  Infarto del Miocardio.
-¡Ah!, señor  Infarto, ¿no me reconoce? Yo soy Cáncer, el esposo de la señora Enfisema.
-¡Oh!, cuanto placer. Es que teníamos tiempo sin vemos. Vine a hablar con doña Enfisema sobre el nuevo precio de los cigarrillos.
-Siéntese  mientras llega, y conversemos.
-¿Usted sigue yendo a la Morgue todos los días?
-Todos los días. Y a las clínicas y a los hospitales. Llego cansado a la oficina y la secretaria me dice: “Señor Miocardio, aquí tiene cuatro llamadas de casos particulares”. -Estoy muy cansado -le respondo-; dile que les pongan adrenalina mientras yo me llego por allá.
-Y a usted, señor Cáncer ¿cómo le va?
-Digamos que muy bien. Mucho trabajo, pero ahora con el Mapurite estoy descansando un poco. Personas que estoy vigilando  desde hace 5 años en que se les inició la cosa, se pusieron a tomar  Mapurite y por ahí andan muy tranquilas. También el Interferón ayuda. Yo no soy tan malo como dice el doctor Merenfeld; solo me llevo a los que ya no pueden con su alma.
-¿Es verdad, amigo Cáncer, que hay unas máquinas electrónicas alemanas  que detectan su enfermedad y ellas mismas marcan el remedio que se debe administrar?
-Es verdad, doctor Infarto. Yo he visto con esos aparatos curaciones que parecen milagrosas. Y en afecciones del corazón, ¿tenemos algo nuevo?

ISAÍAS MEDINA ANGARITA (La mayor gloria política del siglo XX venezolano)

                                       
                        

Hijo de héroe, ama la gloria. Su padre el General Rosendo Medina, murió heroicamente en 1901, combatiendo una invasión de 6 mil colombianos al mando del transnacionalizado General Carlos Rangel Garbiras. "Murió como bueno, como patriota y como liberal”, dijo en su pésame el siempre invicto General Cipriano Castro.

El año de 1941 fue el más memorable para Venezuela en este siglo: ascendió al poder Isaías Medina  Angarita; triunfó nuestro  equipo en la Serie Mundial de Béisbol, se fundaron "El Morrocoy Azul" y "Ultimas Noticias", fueron legalizados el Partido Acción Democrática y una filial del Partido Comunista, murió el padre del humorismo venezolano Leoncio Martínez (Leo) y se firmó el Tratado de Límites con Colombia, que tantas zozobras nos ha infligido en este siglo XX.
Cuando  saltó Medina de general del ejército gomecista a Presidente de la República, la incertidumbre llenó de sombras todos los corazones. Por eso el júbilo desbordó las sonrisas cuando nos dimos cuenta de que quien estaba en Miraflores era un Pericles, un Lincoln, un Benito Juárez.  Su programa político parecía redactado por el doctor Panglós: Venezuela y su progreso son nuestras primeras necesidades. Al  pueblo ni con el pétalo de una rosa. Los dineros públicos son el  sancto santorum  de la nación. La libertad de prensa y opinión es la primera cláusula en el testamento de nuestro Libertador. La cordialidad será la vara mágica que incorpore multitudes a mi gobierno.

viernes, 2 de marzo de 2018

DIME CÓMO HABLAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

       
         Rafael Cadenas, el gran poeta venezolano, un sublime aliento al pueblo   infundió con la reciente publicación de su hermoso, profundo y acusador libro intitulado, modestamente, “En torno al lenguaje”.
        ¿Quién es Rafael Cadenas? Se preguntarán algunos que no disponen de dinero ni de vocación suficientes para leer libros de poesía.
         Manuel Caballero, el cáustico y audaz Sebastián Elchamo, le decía en una fiesta:
         Los cuatro mejores poetas del mundo han sido: San Juan de la Cruz, Antonio Machado, Vallejo y Rafael Cadenas.
         A esa lista agregaría yo el nombre de Gracilaso, acotó Adriano González León.
          Ignacio Iribarren quien (aunque adeco) sabe mucho de literatura, repasó un segundo sus vivencias de Menéndez Pelayo, Julio Cejador y Eliot, para responder discretamente y sin consultar con Cartea:
           Tendré que releer a Cadenas
         
          Todos tendremos que releer siempre a Cadenas para decir como Bécquer: mientras haya cadenas habrá poesía.
          Pero el Cadenas que acaba de escribir el importante libro en prosa “En torno al lenguaje” es un poeta dolorido que enciende su llama para iluminar el lecho mortuorio del idioma. Trae entre otros los testimonios de Kraus, Read, Steiner y Pedro Salinas para demostrar que la corrupción del lenguaje corre pareja con la putrefacción de la sociedad. (Los mismos que se roban los dineros públicos y matan árboles y secan ríos son los que dicen “de que” cuando se dirigen a la nación).

jueves, 1 de marzo de 2018

EL MOVIMIENTO CONTINUO


         
           La dialéctica materialista dice que nada puede existir sin movimiento, que el movimiento  es   el   modo  eterno  de ser de la  materia. Si eso es así. y así eso es, ¿por qué no existe el llamado "movimiento continuo"?
Por siglos y siglos, decenas y decenas de miles de hombres han tratado de construir un artefacto que se mueva ·por sí mismo y produzca energía. Hasta hoy esos aparatos parecen  destinados a no dar vueltas sino en la cabeza de quienes los están inventan. Hacer una palomita, dice la sentencia popular, es  una facilidad, hacerle el pico y que coma esa es la dificultad. Desde que Villard de Honnecourt,  constructor  de catedrales góticas, dibujó una célebre rueda que nunca  llegó a funcionar, han brotado ocho siglos de artilugios verdaderamente ingeniosos; mas, a la hora de hacerles el pico y que coman, ha estallado la dificultad. En el museo de la Escuela de Artes y Oficios de París y en el Deutsche Museum de Munich se puede admirar el pasmoso derroche de ingenio y angustias que costó a hombres abnegados crear toda una multitud de aparatos inservibles.