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miércoles, 7 de marzo de 2018

KOTEPA

                      

                                 
                          KOTEPA  (Re-cuento, por Igor Delgado Senior)

 Kotepa Delgado  llega con sus huesos y su boina de estudiante rebelde a una de las prisiones que el dictador Juan Vicente Gómez dedica a la insurgencia: el Castillo de Puerto Cabello, fortín que edificaron los colonizadores españoles para defender la ciudad de los asedios piratas. Son muchos los jóvenes detenidos, algunos no alcanzan  los veinte años. Los guardias, con sus armas ansiosas, conducen  al grupo de universitarios hasta una bóveda que funge de celda. Hay otros hombres allí, son los habituales presos de un régimen que no acepta modo alguno de inconformidad. Sombras emergen de otras sombras para saludarlos mediante abrazos carcelarios; a través de los barrotes de la ventana se cuela un calor áspero, casi sólido.
Kotepa  ve todo con moroso detenimiento, el mar suena con golpes de acantilado. Repasa las paredes de los siglos donde Miranda estuvo recluido y se acongoja por instantes de avispas que le tocan el corazón; coloca su ropa y sus libros sobre un suelo de piedras inexactas. Alguien le indica el camastro de hilachas para tumbarse, pero no quiere dormir, solo anhela acostumbrar los sentidos (y los sentimientos) a la realidad combativa de la prisión.

IMÁGENES DE SU MUNDO PERSONAL





martes, 6 de marzo de 2018

KOTEPA EN EL CENTRO DE AFECTOS Y PALABRAS






NACIDO PARA PELEAR


  Hace 91 años puso fin a sus andanzas terrenales ese hombre extraordinario que se llamó .Antonio Leocadio Guzmán. De  sus  88 años de vida más de 60 los dedicó a la lucha, digamos que iimplacables, contra la Oligarquía  Conservadora. Por esa lucha fue  él, quizá, el más grande forjador de nuestra nacionalidad moderna.
  El acaudilló el primer Partido Popular de Venezuela; él  fundó el primer gran periódico de masas; él animó y dio bases a la más grande revolución que registra nuestra historia, la Revolución Federal.
Fue un hombre vital, pleno de talento, ambición y audacia y con una cultura no muy profunda, pero suficiente no dejarse  ningunear   por  los Juan Vicente González, Fermín Toro y demás capitostes sabios del Conservatismo.
  Mezcla de Guzmán el Bueno y de Guzmán de Alfarache, este Leocadio era capaz de lo más sublime y de lo más detestable. Fundador de "El Venezolano”, el primer gran periódico progresista, solía decir que “el papel lo  aguanta todo".

lunes, 5 de marzo de 2018

NEGRO PERO DE OJOS AZULES






           Un grupo de turistas llegó a Marsella con objeto de visitar el Castillo de If en el cual estuvo preso el Conde de Montecristo. Grande fue su indignación cuando el guía del Castillo quiso hacerles comprender que ese Conde no había existido sino en la poderosa imaginación de Alejandro Dumas.
         (¡Por qué se empeñarán los guías en destruir el bello mundo interior que nos hemos formado desde la infancia?  ¿Habrá por ventura guías que se atrevan, también, a negar las hazañas de Los Tres Mosqueteros?).
   Más irreal que un Conde y que un Mosquetero del Rey es un negro con los ojos azules.  Pero dice la historia que durante 68 años vivió en París un tipo así y dice también que se llamaba Alejandro Dumas padre.
          Lo llamaban Dumas padre para distinguirlo de Alejandro Dumas, hijo, y de Alejandro Dumas, abuelo.  Porque el bisabuelo ya no era Dumas, sino el Marqués Davy de la Pailleterie, dueño de una hacienda en Santo Domingo y de una trabajadora negra muy apetecible llamada María Cesette Dumas.
         Alejandro Dumas, el de Los Tres Mosqueteros, era un impresionante mulato de ojos azules y cabellos rizados, con casi dos metros de estatura.  Si no era muy apuesto, al menos era muy grato a las mujeres.  (Mujeres por su gloria y por sus luchas en todas partes se le dieron muchas).
          Noble, negro y Alejandro como Pushkin, había desarrollado el don de la palabra tanto como el don de la  escritura.  También, como Balzac, tenía un alto concepto del deber: le debía a todo el mundo.
        Cuando en París del siglo pasado no había cine, radio ni televisión, existía un espectáculo que se llamaba Alejandro Dumas.  Todo París estaba pendiente de su vida y de sus obras.  Sus dramas se representaban todas las noches y sus novelas se leían todos los días en los principales periódicos.  En los intermedios la gente se divertía hablando de sus duelos, de sus trampas, de sus amores, de sus deudas, de sus entradas que eran muchas y de sus salidas que eran muy ingeniosas.

domingo, 4 de marzo de 2018

RECUERDOS DE DUACA


       Los dedico a Carlucho Figueredo, muerto recientemente; a Octavia Octavio, gran dama larense, y a Pascual Venegas Filardo, poeta, escritor y erudito.  (Los tres tienen en común que fueron compañeros muy queridos durante mi infancia).
       ...
       Cuando llegué al Colegio La Salle en la década del 20, me recibió el Hermano Luciano, sabio matemático y gran tomador de pelo: -¿Con que usted es duaqueño? A Duaca la llaman en los periódicos “La Perla del Norte” y a usted lo llamaremos “la perla de Duaca”-. Quedé bautizado para los cuatro años que pasé allí como la perra de Duaca.
       “Duaca, tierra de áureos días y noches de turquesa”. No era como Brujas, la apacible ciudad belga; “una página de Kempis  perdida en una libreta de cheques”, cómo decía el conferencista español García Sánchiz, pero se había hecho famosa en la región porque en aquel pueblo “había primavera hasta en verano”, sus habitantes eran buenos, cultos, y afables y sus calles anchas, largas y planas, circunscritas por tres bosques umbríos que suministraban oxígeno de primera mano y agua para siempre potable.
      
        El que se baña en Duaca
        y pasea por la estación,
        se queda a vivir en Duaca
        o aquí deja el corazón

         Fue el primer graffiti que leí en mi vida y me pareció la suma teológica del orgullo pueblerino. Imagínense “Guape”: un chorro límpido de treinta centímetros de diámetro, emergiendo de un bosque encantado para caerle a uno suavemente sobre la cabeza. (Ahora quitaron el chorro y pusieron una piscina. -¡Qué adecos son los brutos- me dijo en Duaca una señora comentando el hecho).

LA ETERNA JUVENTUD



“El hombre es un Adán que en cierta época de su vida es arrojado del paraíso de las ardientes pasiones” (Goethe).

          Cuando el cabello es espeso e impenetrable las pasiones bullen por dentro del hombre.  Es la edad de la audacia y del comportamiento brutal.  A los 18 y 20 años el ser humano es un mono desnudo de toda reflexión.
         Al correr de los tiempos va raleando el cabello y espesando la experiencia. El hombre es expulsado paulatinamente “del paraíso de las ardientes pasiones” y llega un momento en que cae en el infierno físico y mental de la indiferencia. Es la vejez.
         “La vejez es horrible”, dijo Alexis Carrel.  Doblemente respetables deben ser las personas que han alcanzado la edad provecta, pues ellos son guerreros que no se han rendido ante los embates de la naturaleza y entes humanos obsesionados por la minusvalía física y mental que los años le han traído.
         Se va perdiendo la capacidad de reflejos y el mundo de las sensaciones se hace cada vez más pequeño; disminuye el interés por las cosas que nos rodean; desaparece la fogosidad y ya el hombre no se atreve ni a subir una escalera por temor a rodar. Si los ejércitos fueran constituidos por soldados de más de 60 años, jamás habría guerras.  Cuando uno llega a viejo –dice una copla– todas son contradicciones. “Lancia” (como llaman chistosamente los médicos a “la ancianidad”) es la peor de las enfermedades.

sábado, 3 de marzo de 2018

FUMANDO ESPERO EL CÁNCER QUE YO QUIERO


-¿Vive  aquí  la  señora  Enfisema  Brown  Quial?
-Sí, aquí vive, pero no está en este momento; salió para la farmacia a comprar  ácido muriático para hacer unas gárgaras; dijo que enseguida      regresaba. ¿Quién la solicita?
-Dígale  que  aquí estuvo a saludarla su amigo el señor  Infarto del Miocardio.
-¡Ah!, señor  Infarto, ¿no me reconoce? Yo soy Cáncer, el esposo de la señora Enfisema.
-¡Oh!, cuanto placer. Es que teníamos tiempo sin vemos. Vine a hablar con doña Enfisema sobre el nuevo precio de los cigarrillos.
-Siéntese  mientras llega, y conversemos.
-¿Usted sigue yendo a la Morgue todos los días?
-Todos los días. Y a las clínicas y a los hospitales. Llego cansado a la oficina y la secretaria me dice: “Señor Miocardio, aquí tiene cuatro llamadas de casos particulares”. -Estoy muy cansado -le respondo-; dile que les pongan adrenalina mientras yo me llego por allá.
-Y a usted, señor Cáncer ¿cómo le va?
-Digamos que muy bien. Mucho trabajo, pero ahora con el Mapurite estoy descansando un poco. Personas que estoy vigilando  desde hace 5 años en que se les inició la cosa, se pusieron a tomar  Mapurite y por ahí andan muy tranquilas. También el Interferón ayuda. Yo no soy tan malo como dice el doctor Merenfeld; solo me llevo a los que ya no pueden con su alma.
-¿Es verdad, amigo Cáncer, que hay unas máquinas electrónicas alemanas  que detectan su enfermedad y ellas mismas marcan el remedio que se debe administrar?
-Es verdad, doctor Infarto. Yo he visto con esos aparatos curaciones que parecen milagrosas. Y en afecciones del corazón, ¿tenemos algo nuevo?

ISAÍAS MEDINA ANGARITA (La mayor gloria política del siglo XX venezolano)

                                       
                        

Hijo de héroe, ama la gloria. Su padre el General Rosendo Medina, murió heroicamente en 1901, combatiendo una invasión de 6 mil colombianos al mando del transnacionalizado General Carlos Rangel Garbiras. "Murió como bueno, como patriota y como liberal”, dijo en su pésame el siempre invicto General Cipriano Castro.

El año de 1941 fue el más memorable para Venezuela en este siglo: ascendió al poder Isaías Medina  Angarita; triunfó nuestro  equipo en la Serie Mundial de Béisbol, se fundaron "El Morrocoy Azul" y "Ultimas Noticias", fueron legalizados el Partido Acción Democrática y una filial del Partido Comunista, murió el padre del humorismo venezolano Leoncio Martínez (Leo) y se firmó el Tratado de Límites con Colombia, que tantas zozobras nos ha infligido en este siglo XX.
Cuando  saltó Medina de general del ejército gomecista a Presidente de la República, la incertidumbre llenó de sombras todos los corazones. Por eso el júbilo desbordó las sonrisas cuando nos dimos cuenta de que quien estaba en Miraflores era un Pericles, un Lincoln, un Benito Juárez.  Su programa político parecía redactado por el doctor Panglós: Venezuela y su progreso son nuestras primeras necesidades. Al  pueblo ni con el pétalo de una rosa. Los dineros públicos son el  sancto santorum  de la nación. La libertad de prensa y opinión es la primera cláusula en el testamento de nuestro Libertador. La cordialidad será la vara mágica que incorpore multitudes a mi gobierno.

viernes, 2 de marzo de 2018

DIME CÓMO HABLAS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

       
         Rafael Cadenas, el gran poeta venezolano, un sublime aliento al pueblo   infundió con la reciente publicación de su hermoso, profundo y acusador libro intitulado, modestamente, “En torno al lenguaje”.
        ¿Quién es Rafael Cadenas? Se preguntarán algunos que no disponen de dinero ni de vocación suficientes para leer libros de poesía.
         Manuel Caballero, el cáustico y audaz Sebastián Elchamo, le decía en una fiesta:
         Los cuatro mejores poetas del mundo han sido: San Juan de la Cruz, Antonio Machado, Vallejo y Rafael Cadenas.
         A esa lista agregaría yo el nombre de Gracilaso, acotó Adriano González León.
          Ignacio Iribarren quien (aunque adeco) sabe mucho de literatura, repasó un segundo sus vivencias de Menéndez Pelayo, Julio Cejador y Eliot, para responder discretamente y sin consultar con Cartea:
           Tendré que releer a Cadenas
         
          Todos tendremos que releer siempre a Cadenas para decir como Bécquer: mientras haya cadenas habrá poesía.
          Pero el Cadenas que acaba de escribir el importante libro en prosa “En torno al lenguaje” es un poeta dolorido que enciende su llama para iluminar el lecho mortuorio del idioma. Trae entre otros los testimonios de Kraus, Read, Steiner y Pedro Salinas para demostrar que la corrupción del lenguaje corre pareja con la putrefacción de la sociedad. (Los mismos que se roban los dineros públicos y matan árboles y secan ríos son los que dicen “de que” cuando se dirigen a la nación).

jueves, 1 de marzo de 2018

EL MOVIMIENTO CONTINUO


         
           La dialéctica materialista dice que nada puede existir sin movimiento, que el movimiento  es   el   modo  eterno  de ser de la  materia. Si eso es así. y así eso es, ¿por qué no existe el llamado "movimiento continuo"?
Por siglos y siglos, decenas y decenas de miles de hombres han tratado de construir un artefacto que se mueva ·por sí mismo y produzca energía. Hasta hoy esos aparatos parecen  destinados a no dar vueltas sino en la cabeza de quienes los están inventan. Hacer una palomita, dice la sentencia popular, es  una facilidad, hacerle el pico y que coma esa es la dificultad. Desde que Villard de Honnecourt,  constructor  de catedrales góticas, dibujó una célebre rueda que nunca  llegó a funcionar, han brotado ocho siglos de artilugios verdaderamente ingeniosos; mas, a la hora de hacerles el pico y que coman, ha estallado la dificultad. En el museo de la Escuela de Artes y Oficios de París y en el Deutsche Museum de Munich se puede admirar el pasmoso derroche de ingenio y angustias que costó a hombres abnegados crear toda una multitud de aparatos inservibles.

miércoles, 28 de febrero de 2018

EL DÍA DE LOS MUERTOS

   
                   Resultado de imagen para el día de los muertos

 Sería  aquel  día de los Santos Difuntos cuando Pablo Neruda sintió la inspiración de la melancolía y mirándose en el cielo estrellado dijo: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”. 
     Día de los Muertos sería también cuando Rubén Darío nos obsequiara este dístico consolador: “La muerte es de la vida inseparable hermana; la muerte es la victoria de la progenie humana”.
    En el Día de los Muertos que acaba de suceder, Lorenzo Batallán, redactor metafísico de El Nacional, agotó en un solo artículo la suma teológica de la ultratumba y después de ello no queda sino hablar de los muertos que no lo son, de los difuntos que siguen respirando, y dar la razón así al otro poeta que expresó: “Muertos son los que tienen muerta el alma/ y sin embargo viven todavía”.
         En éste último Día de los Muertos fue sepultado en urna electoral el cadáver viviente de Gerard Ford. Murió porque el competidor tenía un mejor Carter y porque él fue el guardafangos de Nixon y el parachoques de Kissinger. Además pasaba el aceite (de la OPEP), tenía la chispa atrasada y su batería no mandaba.
       Al despeñarse por el precipicio de la opinión pública dejó 7 millones de desempleados, una inflación en aumento, una guerra en el Líbano, un polvorín en África, el derrumbe nacional de Inglaterra y de Italia y más de diez dictaduras terroristas en América Latina.

martes, 27 de febrero de 2018

AQUEL 23 DE ENERO

                                 Resultado de imagen para 23 de enero de 1958, caída de Pérez Jiménez


         Los que habitábamos entonces en Caracas, íbamos de asombro en asombro. La primera bocanada de heroísmo que se coló por las calles gritando contra el Plebiscito continuista del perezjimenismo. “Qué bolas tienen esos niños! –decía la gente aglomerada en las esquinas de la avenida Urdaneta–, los van a matar a todos.
         La policía estaba acostumbrada a luchar contra los adecos terroristas que no actuaban sino durante la noche; y se puso perpleja cuando se presenta de repente, luchando en pleno día, nada menos que el pueblo.
         “¡Pueblo –decía por su lado la Junta Patriótica- ha llegado el momento de ajustar cuentas a esta ominosa dictadura!”.
         A todos los rincones de Caracas llegaban los ecos de la Universidad Central, tomada por la policía para reprimir a los estudiantes alzados contra el Plebiscito.
          -Esas gentes -comenzaban ya a decir los entendidos, refiriéndose al equipo de Pérez Jiménez- están resultando “tigres de papel”-.  Porque los esbirros nunca se habían enfrentado al pueblo; durante años las masas estuvieron ausentes, pues  lo que le ofrecían los dirigentes eran conspiraciones o actos de terror; no se movían desde 1952 cuando Jóvito Villalba y Mario Briceño Iragorri las dirigieron para propinar a la dictadura la más afrentosa derrota electoral.

lunes, 26 de febrero de 2018

GRANDES TELENOVELAS: "LA PERCUSIA"



(Próximamente  en este canal)

        Una novela instructiva de trama sutil y fina donde una mujer lasciva que se revuelca en el lodo, le corta a un viejo la chiva, pero con pescuezo y todo.
         La llamaban “La Percusia” en su casa y en el bar por ser la mujer más sucia, desarreglada y lambucia que se pueda imaginar.
         Una sórdida fichera, roja de tanto tomar que cargaba en la cartera una navaja barbera de tamaño familiar.
          Mujer dura y sin honor, con destino y sin amor pero de moral muy tierna que “fichaba” en la taberna sin escrúpulos ni empacho, cumpliendo la labor fina de sacar mucha propina al estúpido borracho.
          (Todo lo daba al cretino que actuaba de concubino. Ya en el rancho reunidos éste pagaba en chichones, fracturas y moretones los favores recibidos).
          La trama de la novela empieza en forma genial cuando se muere la abuela, viuda de un líder gremial y erige como heredera a Rosita “La Fichera” con poder universal. Le dejó en el B.T.V. doce mil acciones “C” y dólares a vapor en un Bank of New York; la quinta en La Lagunita, tres carros de gran potencia, una fábrica en Valencia y un hotel de mucha cita en el centro de Pagüita, más la casa con pileta, motorjón y avioneta, tan bonita en Margarita tan bonita como un club.
       Con ese dinero tanto no hubo duelo ni llanto. En la propia funeraria del exquisito velorio surgió con gran samplegorio la cuestión hereditaria.
       A sus tíos, a sus hermanos, a cuñados y sobrinos, Rosita llamó “marranos”, “desgraciados” y “cochinos”. Agitando su barbera como quien mueve una tea, Rosita allí los espera para prestarles pelea. Con un singular arrostro mata a La Mujer sin Rostro y con el mismo coraje acaba con La Salvaje.
       De un homicidio culposo, cangrejal y horroroso, se le escapó Delia Fiallo porque estaba con Cabrujas sorbiendo en “El Papagayo” fino champán de burbujas.
       Quería matar de una vez a la funeraria entera pero intervino Vallés y le quitó la barbera.
         Ya regresamos. Ya regresamos. Ya regresamos.
      Quédense, pues les espera un final esplendoroso: Rosita mata a su esposo y la indulta Luis Herrera.

Diario El Nacional, Escribe que algo queda.

UN BOLÍVAR PARA EL PUEBLO

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       “De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies”.
       Quien así lo escribió, José Martí, era también libertador y murió en el empeño por serlo. Él forma con Bolívar una estrella doble, solitaria, en el cielo a donde van los libertadores que supieron actuar con honestidad, pelear con denuedo y escribir con brillantez.
       Los que usan hoy a Bolívar como opio del pueblo han hecho de su culto una religión intocable, cuyos misterios gozosos, dolientes y gloriosos manejan ellos solos para provecho propio.
       Duele hoy ver que la juventud no se emociona con nuestro pasado y oiga hablar de él como una asechanza más que le tiende el sistema. Escuece porque la más grande riqueza que poseemos no es el petróleo circunstancial sino la gloria indestructible de nuestra Independencia. ¿Qué otro pueblo de América puede vanagloriarse de haber traspuesto sus fronteras no para oprimir sino para libertar naciones?. ¡Qué diferente acción la de Bolívar transponiendo los Andes para declarar libres a los ciudadanos oprimidos saliéndole a su paso, que la conjura, por ejemplo, de Brasil, Argentina y Uruguay cuando se unieron en el siglo pasado para diezmar a la ya pequeña población del Paraguay, postrándola casi para siempre.

domingo, 25 de febrero de 2018

PASIONES DE LA JUVENTUD


    

       “Mi amor como las  águilas podría subir al cielo sin tender escalas porque mi corazón tiene dos alas y yo tengo 20 años todavía”.
        Versos de un poeta maldito, del gomecismo, que no dejan de lucir cierta ingenua grandeza. Todos los que disfrutan de 20 años todavía son capaces de subir al cielo sin tender escalas siempre que alguna pasión noble imprima decidido impulso a sus voluntades.
         Cuando uno mira a centenares de adolescentes de ambos sexos haciendo ansiosas colas desde la madrugada para poder asegurar su asistencia a programas televisivos de dudosa calidad, no puede menos que preocuparse por el porvenir de esta patria que fue levantada con tanto sacrificio por Bolívar y demás libertadores.
          El deterioro de la cultura y de las sanas costumbres nacionales es un hecho incontrovertible. El rico petróleo nos ha llenado el alma de crudos muy pesados en los últimos 25 años de democracia betancouriana. El ejemplo de los que todo se lo roban desanima a quienes todo lo producen.
          En la universidad abierta de la televisión nos estamos graduando todos de ciudadanos intrascendentes. Hemos confiado la enseñanza de nuestros hijos a los dueños de los canales 2, 4, 8 y ellos lo alimentan con películas yankis, música frívola y falsos conceptos de la vida. Las estaciones televisoras no deberían ser órganos de grupos poderosos sino de las propias universidades nacionales, como un complemento de su labor educativa.

VERSOS PARA MARÍA TERESA CASTILLO

sábado, 24 de febrero de 2018

REFLEXIONES SOBRE LA MUERTE DE VÍCTOR GARCÍA MALDONADO


    

      “Son cosas pasadas que el hada Armonía trae a mi memoria”
                                              (Alfonso Camín, poeta español)

    Ayer sus cansados pulmones exhalaron el último aliento. Ya no embellece con su risa franca la tertulia familiar.  Las ingeniosas salidas pertenecen al recuerdo. El corazón no lo siguió acompañando en la tarea de derramar afecto sobre sus semejantes.
      Así era Víctor García Maldonado desde siempre; cuando niño casi, se enroló ardoroso en las huestes estudiantiles del año 28. Inició luego los primeros intentos por fundar el Partido Comunista de Venezuela, agrupando a su derredor  a una docena de estudiantes radicales; más tarde participó con los hermanos Fortoul en la fundación definitiva del P.C.V.
      A causa de esa fundación, en la cual andábamos también nosotros, estuvimos  presos junto con Víctor García Maldonado durante tres años y medio en aquella devoradora de hombres que se llamaba La Rotunda. En Lara dicen:  “Si quieres conocer a una persona, vive con ella”. Después de tres años, habitando en un mismo calabozo, nos es posible asegurar que conocimos muy bien a este altivo representante del gentilicio García Maldonado. Digno miembro de esta familia que ha salido patricia en las luchas de Venezuela: Enrique, Margot, Manolo, Alejandro, José Briceño y los vástagos. Las cárceles de Gómez los albergaron a casi todos para castigar sus desvelos y protestas.

jueves, 22 de febrero de 2018

HACIA UN PROGRAMA POLÍTICO




40 AÑOS DE HITLER HASTA REAGAN

           
                       
                  El notable ensayista venezolano Mariano Picón Salas, ex secretario privado de Rómulo Betancourt, dijo muy acertadamente que el siglo 20 comenzó en Venezuela en 1935, a la muerte de Juan Vicente Gómez. También podríamos afirmar que la Era Moderna comenzó para el mundo en 1917, cuando Lenin y los bolcheviques tomaron el poder en Rusia y constituyeron la Unión de Repúblicas Socialistas. Porque Hitler fue una consecuencia ante el peligro de esta Revolución; los países capitalistas lo saludaron y ayudaron como el salvador del mundo; pero el muchacho era travieso y los quiso someter a todos.

      El segundo triunfo de la Revolución Rusa fue haber derrotado a Hitler a costa de 20 millones de vida y la destrucción de más de 10.000 aldeas. No hay duda de  que los Estados Unidos ayudaron con valiosos suministros a la República Socialista; pero casi obligadamente porque lo reclamaba la opinión mundial y porque si Hitler triunfaba en Rusia la próxima presa iba a ser los Estados Unidos. Resultaba también que el Presidente de los Estados Unidos era un hombre que no se llamaba Ronald Reagan sino Francis Delano Roosevelt.
        Murió Hitler en su madriguera, abrazado a su querida Eva Braun, y poco después estallaba en Hiroshima la primera bomba atómica. Masacraron inútilmente a más de 100.000 japoneses porque Truman, el nuevo Presidente de los Estados Unidos, quería advertir a la Unión Soviética que ellos eran más fuertes. (Inglaterra después de 300 años dominando al mundo cedió su primacía a los norteamericanos).
           La clave del éxito mundial de los Estados Unidos estuvo en poseer la bomba atómica y en haber creado la CIA. Roosevelt no quiso firmar el Decreto que creaba este organismo de inteligencia, pero Truman (a quien llamaban  los políticos rivales “la mula de Missouri”) lo firmó sin vacilar. A los pocos años “el Gobierno invisible” dominaba la política hasta en las naciones más insignificantes del mundo. Empezó lo que llamaron los yanquis “la lucha anticomunista en defensa de la civilización”.
      La Unión Soviética respondió haciendo estallar primero la bomba atómica y después la de hidrógeno y luego llenándose de gloria cuando sus Sputniks vencieron por primera vez la atracción de la tierra y se fueron a investigar los espacios siderales.

miércoles, 21 de febrero de 2018

YO GURT, TU GURT, EL GURT


                                                 

          
         Es justo que estando el que esto escribe de vacaciones en el estado Lara, rinda un homenaje a la sabia costumbre larense de ingerir masivamente todos los días lactobacillus cassei, llamado popularmente suero de leche. Esta generosa Lara, “tierra de áureos días y noches de turquesa” como dijo un poeta nativista, va a competir pronto con las regiones de Bulgaria y el Cáucaso, en donde miles de personas pasan de los cien años sin haber sufrido ninguna clase de dolores.
        Fue a fines del siglo pasado que un sabio ruso que vivía en París y trabajaba con el gran Pasteur en su renombrado instituto, llamó la atención sobre los beneficiosos efectos del yogurt. Más que haberlos comprobado, él  los intuyó. Porque Elías Mecknikov que así se llamaba el susodicho, era lo que dicen un genio. Ganó el premio Nobel por haber descubierto la fagocitosis, es decir, que los glóbulos blancos de la sangre tienen como función esencial comerse a los microbios. Sostenía que los bacilos lácteos que se crean en la leche cortada una vez ingeridos por el hombre, mejoran su flora intestinal. Sin esta flora no podríamos vivir.
        Pero muchos años después de haber muerto este extraordinario ruso (bolchevique antes de que existiera el bolchevismo), los sabios de diferentes países han realizado extraordinarios descubrimientos sobre las propiedades del bacilo existente en el llamado suero de la leche. En muchas regiones la medicina indígena se hacía eco desde la antigüedad de los maravillosos beneficios del suero.
      Podríamos decir hoy que a la comercialización de la medicina, por las transnacionales  del dolor, le ha salido una respuesta justa y contundente: usar suero o yogurt para no enfermarse y poder prescindir de médicos, clínicas y hospitales.
        El producto que sirve es el que se hace en la casa, porque el comercial le agregan hasta antibióticos para que no se corrompa y se pueda vender más tiempo.
        El científico Day, hace ya muchos años, sintetizó a base de suero de vaca una poderosa vitamina que llamó M porque curó con ella la anemia de los monos. Que sepamos, esta vitamina no la venden en el mercado, quizás porque acabaría con las otras.

CARLOS MARX, REY DE LOS MARES



       En la Rotunda de Juan Vicente Gómez estuvo preso, cuando nosotros también estábamos, un loco llamado Jesús Pacheco Arroyo que había perdido el seso pero no el ingenio. Cuando entraba en crisis atronaba con su vorrazón el ambiente carcelario gritando entre otras cosas: “¡Viva Carlos Marx, rey de los mares y yo Pacheco Arroyo, rey de las aguas dulces!”.

       Carlos Marx, como ya lo dijera el “loco de la Rotunda”, ha llegado a ser hoy el rey ideológico de todos los mares. Y de todas las tierras que el capitalismo creía firmes.
       “Un fantasma recorre al mundo” podrían seguir diciendo él y Engels en 1983 como proclamaron en el Manifiesto Comunista de 1848. El socialismo preconizado por ellos rompió en cien años el cascarón sectario y se ha convertido en patrimonio ideológico y arma de lucha de muy grandes masas.
       Mañana 14 de marzo a las tres menos cuarto de la tarde se cumplen cien años de haber entrado en el reino de la tranquilidad “el más grande pensador vigente”. “Apenas lo habíamos dejado dos minutos – declaró Engels, su gran amigo– cuando al volver lo encontramos serenamente dormido en su sillón, pero para siempre”.
        Merecía muerte apacible quien en vida fue la intranquilidad misma. Su padre, abogado radical de origen judío, lo cargó en la niñez con la pólvora de las nobles inquietudes pues estaba convencido de que su hijo llegaría a ser uno de los grandes adalides de la humanidad.
        Para graduarse de profesor en filosofía presentó una tesis sobre Demócrito y Epicuro, precisamente los dos materialistas de la filosofía griega. Se reveló ya el inconmensurable filósofo que llevaba por dentro; habría de superar a su propio catedrático, el maestro de maestros de la filosofía alemana y mundial de entonces, Federico Hegel. “Uno sólo de mis discípulos me ha entendido y ese me ha entendido mal”, dijo Hegel en la amargura de la vejez.
        Cómo filósofo, Marx rompió con las especulaciones abstractas de los grandes maestros: “No se trata ya de interpretar en una u otra forma al mundo; se trata de transformarlo”. Del maestro Hegel tomó el método dialéctico tan perfeccionado por este pero le dio vuelta para darle contenido materialista (“era una estatua que estaba con la cabeza hacia abajo, lo que hice fue ponerla al derecho”). Las ideas, soberanas en Hegel cedieron en Marx el camino a los hechos. Ya no era la conciencia la que determinaba la existencia sino todo lo contrario. De Feuerbach, otro maestro alemán contemporáneo, tomó Marx la crítica de la sociedad. Las “Tesis Provisionales de la Filosofía” y “El Espíritu del Cristianismo”, ambas de Feuerbach, fueron una revelación para el joven Marx. Pero también a Feuerbach, como a Charles Darwin en su tiempo, debía caerles la crítica de Marx. Por cierto que Darwin se resintió tanto que le devolvió a Marx, sin leerlo, el primer tomo de El Capital. “Se lo devuelvo porque no es mi especialidad”.

"TE ESCRIBO ESTAS CORTAS LÍNEAS..."


          Así empezaban todas las cartas en años de Teresa de la Parra, a pesar de que para entonces el papel era barato, el tiempo largo y la amistad verdadera.
    Un amigo de este redactor, dibujante y caricaturista humorístico que se llama Beto Lameda, nos dijo telefónicamente, después de tres años de no llamarme: “A ti te deben pagar mas cuando escribes”, más no es cierto.
         Como yo conozco toda la ironía que encierra en sus palabras este hermano de Alí Lameda, quien sabe mucho aunque nunca estuvo preso en Corea con su brother, entendí que me estaba diciendo que escribiera menos largo. Una vez se aposentaban en casa de Beto quince parientes suyos de Carora y sus aledaños: todos comían, todos dormían y ninguno daba muestras de quererse ir; para hacerles ver el peso que ellos significaban para la economía de los anfitriones, Beto les dijo en el almuerzo: “Yo de lo que estoy admirado, con la estada de ustedes aquí, es de lo bueno que son las cañerías de esta casa; me asusto porque creo que ya no resisten dos o tres días más”.
         Actualmente Beto es banquero, con un alto cargo en el Banco de Sangre: –Sigo viviendo en Coche –me dijo– y muy feliz porque se fueron todos los hombres y mujeres importantes que antes vivían allí, figúrate cómo será la gente actual que en estos días una muchacha me preguntó con todo cariño: “-Señor Beto, ¿usted es familia de Betoven? –No, pero somos muy amigos”.
         En este caso Betoven se escribe sin hache (Lo digo por los correctores de pruebas a quienes también felicito porque en mi último artículo, inusitadamente, no había sino un solo error). Deben poner especial cuidado, amigos correctores, cuando se trata de “El toque de Diana” del escritor castrense Carlos E. Aguilera, pues allí se suele hablar: del “modus operandi”, de “cómo se procederá” para conseguir “los objetivos” de “la Seguridad Nacional y su conducción político-estratégica” en “la ciencia y arte de gobernar”. Cualquier error de corrección puede transformar ese artículo de nuestro Claudsewitz vernáculo en una propaganda perezjimenista.

DIÁLOGO DE DOS CÓMICOS DE LA LENGUA


(Recórtenlo para que lo reciten cuando la reunión se ponga fastidiosa)

                ¡RING! ¡RING! ¡RING!  (suena el timbre)


—¿Quién es quién?   (pregunta desde adentro la  señora). ¡Deje la tocata que está abierto! ¡Empuje la portañuela y  compenetre.
   
—Mil y unas noches, mi señora (dice un tipo entrando). Yo soy el vecino de adlátere. Supe que estaba usted recién demudada para este apartamento y he considerado que la circunvalación vecinal me impone el derecho de gentes de venir a presentarle mis más respectivos saludos.

—¡Oh!, qué atento y seguro servidor es usted. Le diré: me pareció comodato este aparheid y resolví tomarlo en arrendajo, probáticamente, por dos añejos. Pero si no está muy reprisado pase adelante y acentúese en esta silla. Si se siente sedentario le traeré una Coca-cola bien resfriada; a menos que prefiera un té al alimón...

—Me es sinigual. Yo no soy ningún tomista de licores. Para mí cualquier berebere es bueno siempre que no contenga alcoholismos.

—¡Ay!, señor. Habla usted con la farsalia y el hipocratismo que usan todos los hombres. Pasan el día en los bares apocopándose de lo lindo y sólo cuando ya no pueden más porque están hasta el sombrero de copas regresan a sus casas dando transplantes de beocia extrema para gran sufrimiento de sus abnegadas expósitas. Para mí, y se lo digo con la franquicia que siempre he tenido, todo aquel que ingestiona aguardiente es un hijo de Sumatra.

 —¡Caramba! Señora; usted está muy vieja para ser tan búlgara; habla   como una misma putumaya.

—Y usted  que Von Carajan  será  que se atreve a  faltarle los considerandos a  una damajuana  venérea como yo? Tenga en cuenta que si soy  enemiga  de los hébridos consuetudinarios,  creo por el contrario que un  vaso de vino tomado como  aperitoneo antes de la comida es algo que amortiza los penaltis  de la vida.

—Bueno,  eso es distintivo. Con el cálculo diferencial que usted hace   entre los que se entregan al alcohol absoluto y aquellos que practican el metodismo, podemos llegar a un arreglo consensual. Por lo que estoy viendo es usted una mujer con un gran servicio de inteligencia en la cabeza; con mucha apicultura sin ser una enciclopedante. Me recuerda usted las  dos diosas  de la sabiduría antigua: Palas Talidomida y Minerva Aureomicina. ¡Oh!, señora; ante usted que es una savia ascendente, yo me siento apenas un pequeño larrouse ilustrado o un breviario de la Enciclopedia Espesa.
                          
—Ya sabía que íbamos a terminar congenitando usted y yo. Me gusta ese aire acondicionado que usted tiene, ese Don apacible que se gasta y esa crítica de la razón pura que nunca le abandona. Yo sería feliz el día en que usted y yo seamos como el taxis y la sintaxis, la grama y el pentagrama, el ano y el arcano...

—A propósito, señora, permítame una preposición copulativa que le voy  a formular: -¿Es usted soltera o tiene su mariachi?

—Soy libre como las anclas de un barco. He llegado a la Edad Media sin machihembrarme, dado lo morganático que son los hombres cuando se  casan. Yo los detesto a todos.

—Y yo que quería llevarla al hipotálamo nupcial del himeneo, después de pasearla por el monte de Venus...

—Si lo haces sabrás que me conservo en el estado de Virginia. ¡Cómo deseo que tú seas Juan de la Cosa y yo la cosa de Juan! ¡Qué gran mujer   te vas a llevar para toda tu bolse vita! Porque yo soy, como dice el refrán: Corte y escultura hasta la sepultura.
         
  Diario El Nacional. Escribe que algo queda. 18/1/1981




lunes, 19 de febrero de 2018

UN BARCO PETROLERO AMENAZA CAÑONEAR A VENEZUELA

       
         
          El 5 de abril de 1941 fue un viernes negro para la patria venezolana. Ese día, en el histórico templo del Rosario de Cúcuta en donde un siglo antes se había celebrado la Asamblea Constituyente de la Gran Colombia, se reunieron los cancilleres López de Mesa,  colombiano, y Gil Borges, venezolano, para firmar en presencia del Primer Magistrado de la nación hermana, doctor Eduardo Santos, la entrega por parte del Presidente de Venezuela de una parte considerable del territorio venezolano.
        Eleazar López Contreras, que así se llamaba el Magistrado de esta escandalosa donación, tuvo rubor de ir a Cúcuta y se quedó en San Antonio del Táchira esperando que Santos llegara hasta el Puente Internacional a darle las gracias por el favor concedido (Eduardo Santos, el más avispado de todos los Santos de Colombia; dueño del importantísimo diario El Tiempo, fue venciendo con su cara de japonés a todos sus contrincantes, hasta llegar al solio de Bolívar y Santander). Esta vez un superperiodista destrozó a un general gomecista autodidacta.
        El documento se llamaba: Tratado de demarcación de Fronteras y Navegación de los ríos comunes entre Venezuela y Colombia. En él, y en otro que se había firmado en 1939, se cedieron a Colombia cerca de mil kilómetros en La Guajira y se calcula que más de DOSCIENTOS MIL en los llanos del Arauca y el Meta (Una quinta parte del territorio nacional en esa época). Por dicho Tratado, Colombia se hizo ribereña con derecho a navegar como si fueran propios, por el Orinoco, el Catatumbo y otros ríos venezolanos.

domingo, 18 de febrero de 2018

ESPEJO DE GOBERNANTES


       

        Solamente al rey de España podía ocurrírsele nombrar gobernador de Caracas y de toda la provincia de Venezuela a  un hombre de costumbres tan disolutas como don José de Cañas y Merino. Pero firmó “Yo, el Rey”,  con  toda su real gana cuando Cañas y Merino puso sobre su mesa un gran montón de real: diez mil pesos (cincuenta mil bolívares).
        Con otra suma parecida había conseguido el hábito de Santiago que le sentaba al cuerpo para cubrir sus malos hábitos. Él era un militar afortunado, “pundonoroso militar” como le dirían los periódicos de la época, que había hecho fortuna en el norte de África con el infortunio de tantos negros a quienes cazó como fieras para venderlos en la civilizada Europa y en el naciente Nuevo Mundo.
         En la Capitanía y Gobernación de la Provincia de Venezuela, desde 1711 hasta 1714, actuó con gran visión de futuro. Fue autócrata y civilizador voraz de dinero, doscientos años antes que Antonio Guzmán Blanco. Jugaba a los dados y tomaba de noche en compañía de damiselas, como dicen que hacía el Presidente Andueza Palacios. Mucho antes que a Cipriano Castro, el sexo le hizo perder el seso. Barría las calles y hacía carreteras con el trabajo de los presos a usanza de Juan Vicente Gómez. Como Marcos Pérez Jiménez, construía puentes y edificaba obras de ornato, dirigiendo personalmente los trabajos. En los carnavales tiraba hasta la camisa, dejando este mensaje al Presidente Francisco Linares Alcántara. No tendría muy claro eso de “el nuevo ideal nacional” perezjimenista, pero sí usaba ya un ministro de alcoba. No fusiló al Congreso pero ordenó ahorcar a doce arrieros y a un niño que fueron sorprendidos transportando contrabando.
          Mandó a talar los árboles de Caracas, convencido de que las zonas verdes son las que infestan el ambiente. Se dedicaba al contrabando para alimentar dos grandes supermercados que había instalado en la capital; no dice el cronista de la ciudad si metía alijos en vitrinas por Maiquetía o si esto fue invento posterior de aquel gobernador del Zulia. Precursor del Hipódromo, inició las carreras de caballos con jinetes que perseguían machete en mano a gatos a los que se amarraba con un perol en el rabo.