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miércoles, 7 de febrero de 2018

DEUDA QUE NO HAS DE BEBER, DÉJALA CORRER


        Preguntaron a un maracucho
        -¿No le parece que está muy feo el panorama mundial?
        -No lo sé porque yo lo que leo es el “Panorama” de Maracaibo.

        Verdaderamente que el panorama de la tierra es como para cerrar enseguida la ventana. ¿Qué pasa, señores del gran capitalismo que el mundo marcha hacia tan terrible hueco? ¿Qué se fizo el gran Roosevelt? Los sabios Keynes de la fuerte Albión ¿qué se fizieron? ¿Qué fue del pan y del amor que prometieron? ¡Qué soledad en este laberinto de crisis!, como diría el gran escritor y reaccionario mexicano Octavio Paz, (paz a sus restos).
        Lo único verdaderamente cierto, sólido y aterrador es que los países de Occidente gastan anualmente un millón de millones de dólares en fabricar armamentos. Los fabrican, los prueban y los desechan porque todavía la guerra no viene. Con ese millón de millones –dicen los Premios Nobel de Paz– se acabaría el hambre en el globo para siempre.
        Lo más asombroso y titánico de la actualidad económica es la lucha comercial entre EE.UU y el Japón. La mitad del Japón pertenece a los yankis; pero la mitad de los yankis no consume sino productos japoneses (carros,  motos, radios, zapatos) de mano de obra barata, ayudada por esos obreros que no tienen alma llamados robots.
        Otro cangrejo mundial es la OPEP. De 32 millones de barriles anuales pasó a 16 y sus mismos miembros le hacen la competencia vendiendo el barril con cinco dólares de descuento. En esta crisis la Arabia Saudita, quien domina a la OPEP, sigue tan campante porque ella ha acumulado en los bancos yankis centenares de millones de dólares (dicen que nuestra principal acreedora es nuestra querida hermana mayor de la OPEP, pero ellos se hacen los árabes y nos siguen manejando).
         Los problemas del petróleo no son nada comparados con los de la Deuda. América Latina está sudando dólares de sangre para pagarle a los bancos del Fondo Monetario. El año pasado la sola Venezuela pagó 5.000 millones de dólares, casi todo por interés.

         “Lo malo de la Deuda –solía decir el General Juan Vicente Gómez– es que los intereses se lo comen a uno”.
         Lo peor es tener que pagar algo que no nos comimos, ni bebimos. Comparada con los países ricos de América (Brasil, Argentina y México) Venezuela es la que está mejor porque tiene menos habitantes. Con un poquito de lusinchismo saturado de delpinismo, podríamos pedir y conseguir 20 años de gracia a los bancos yankis. Responderán estos: no gracias.
          Venezuela tiene tantos recursos naturales que refiriéndose a ellos nos decía una señora muy pro-cubana:
          -Si la revolucione n vez de ser allá hubiera sido aquí, Venezuela sería hoy una de las primeras veinte potencias mundiales-.
          Lo que a nosotros no nos deja prosperar es la corrupción. Para decirlo con palabras del General Guzmán Blanco: es como un cuero seco; se pisa de un lado y se levanta del otro.

  
 SETENTA AÑOS NO ES NADA 

Eduardo, el gran Eduardo, muy Gallegos y gran Mancera, acaba de cumplir 70 años.
        Con una bella cabeza poética llena de nobles ideas revolucionarias, el doctor Eduardo Gallegos Mancera, médico como el Che Guevara y José Gregorio Hernández, acaba de traspasar el umbral de la tercera juventud.

        Llegar al 70 peldaño de la escala de la vida, cualquiera puede; pero hacerlo como Eduardo, siempre listo para el servicio de sus semejantes, ahí está el mérito.

         Al gran poeta Eduardo, revolucionario de la belleza, vaya el cariño de siempre.


Diario El Nacional, Escribe que algo queda, 1985
                       

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