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viernes, 16 de febrero de 2018

CUANDO AQUILES NAZOA LLEGÓ AL CIELO



Cuando Aquiles Nazoa llegó al cielo
o relación muy detallada de los mil
preparativos que Dios y sus directivos
hicieron a su llegada


Acto primero

(Tira duro el telón
un tal Ignacio Cabrujas
y  la gente se apretuja
por divertirse un bolón).
En audaz rica carroza
que apenas el suelo roza
va Dante con Beatriz
tan frenético y feliz
que la tarde se alboroza

Quiere  Dante una locura
pero Beatriz está dura;
para acallarle la voz
le dice entonces: “¡Mirad,
cuán bellísima ciudad!
la que ha fabricado Dios!”

Las casas son de esmeraldas
con perlas en las espaldas.
Las claraboyas sinceras;
leales las escaleras.
Las calles son de mastranto
lo mismo que las aceras,
tan bonitas, tan ligeras
que nadie se cansa tanto.

No hay engaño, no hay usura,
no hay hampones, no hay recelo:
no hay papeles en el suelo
ni montones de basura.
Van despacio los carruajes
de los grandes personajes.
Dos santos y anacoretas
pedalean bicicletas.
Los ícaros serafines
 impiden que las cornetas
perturben a los poetas
que pueblan los botiquines.

Van los chamos retozones
con su bate y sus balones,
su calzón y su boína
en alegre parlanchina,
con la firme convicción
de encontrar en cada esquina
ollas de agua cristalina
con azúcar y limón.
San Pedro Gobernador
y Arzobispo Coadjutor
del Cielo y sus aledaños,
no tolera nunca daños
a los pobres del Señor,
está siempre con la ley
(aunque afirman los insanos
rumores anticristianos
que San Pedro es de Copei).

El gran Dios de las Alturas
Y Paladín de lo Eterno,
con ayuda de los curas
y  otros santos paladines
formó firme su gobierno
en el cielo y sus confines.
Por  mar, tierra y aviación
acabó con la guerrilla
y  la loca subversión
de Satán y su pandilla.                                           
con misiles automáticos
y  tanques superneumáticos.
El Arcángel San Miguel,
hizo triza a los fanáticos,
cismáticos y lunáticos
partidarios de Luzbel.
Cuando llegaron las aguas
del Diluvio Universal
ganó Dios fama mundial
por fabricar en sus fraguas
cientos miles de paraguas
anti-lluvia torrencial.

Cuando creyeron quizás
que no gobernaba más
por el reuma y la vejez,
en maniobra muy audaz
se hizo elegir otra vez.
En la dura situación
económica mundial
acabó con la inflación,
con la crisis energética
y la quema forestal.



Acto segundo

En el trono que Isaías
entrevió en sus profecías
se encuentra el Dios infinito
a la hora matinal,
mirando de hito en hito
la edición de “El Nacional”
que es su diario favorito

De pronto exclama “¡Dios mío,
qué terrible desafío!,
dice aquí  la United Press
en cable desde Lisboa
que el gran Aquiles Nazoa
llegó esta tarde a las tres”.
Por el tubo ordena Dios
“Para el punto de las 3
hazme una gran recepción
con muchísima emoción
como hiciste aquella vez
que llegó Juan XXIII.
Que haya música bien rara
mil cohetes a granel,
me invitas al Che Guevara
y al gran Carlitos Gardel”.

Acto tercero

(A subir vuelve el telón
llegando justo  el avión).
¡Cómo suenan los tambores,
cómo atruenan los cañones,
cómo estallan en fulgores
poderosos  megatones!

Ya comienzan los desfiles
para ver al gran Aquiles,
y al son del “Alma Llanera”
multitud  de mil y miles
en el cielo se aglomera.

Con su traje más decente
y  sus  botas más brillantes
un Aquiles muy sonriente,
todo lleno de emoción,
oye que los parlantes
están gritando:¡WELCOME!
Al  grande y noble Cervantes
tócale el acto inaugural
y él recita los brillantes
trozos alucinantes
del Quijote universal.

Después hablan Unamuno
y  Honorato de Balzac,
y  sin voz dejaron uno,
arribista inoportuno,
sedicente del Conac.

Tras firmar muchos autógrafos
y atender a los fotógrafos,
Aquiles besa y saluda
a Pablo inmortal Neruda,
quien recita con ardor
a un gorila dedicada
“20 poemas de horror
en Nación Desesperada”.

En su yegua jerezana
llega faciendo las vías
el Marqués de Santillana:
“prosa tan fermosa
no vi en la Moncloa
como esa galera
tan bella y sincera
de Aquiles Nazoa”.

Con música  sin igual
llegó el bardo Potentini
gloria nuestra nacional:
“Los que creyeron quizás
que se cansaba su brazo,
comiéronse muy el trazo
porque Aquiles casi loco
con las luces de su coco
fue a alumbrar el Chimborazo”.

Llega luego muy ufano
el grupo venezolano:
Mariano Picón, Gallegos,
López Contreras, Medina,
Leo, Job Pim, Andrés Eloy,
a quienes Renny Ottolina
llama “The Caracas Boys”.

Víctor Saume y Argimiro,
Y Rubénangel Hurtado
sin haber echado un tiro,
el micrófono han captado
para que toque la banda
de esta rústica parranda:
“¡Desde Guachara al Cajón,
del Cajón a Palo Santo
no hay Negra que baile tanto 
como mi negra Asunción”.

Como zoo de carruajes
que ha venido en comitiva
bajan altos personajes
con su gracia muy altiva.

Bolívar aclara el pecho
y exclama después de un trecho:
“Aquiles Nazoa, mi amigo,
en este homenaje encajo,
y perdone si le digo,
lleno de hiel y acibar,
que a la Patria de Bolívar
se la llevó quien la trajo.

Diario El Nacional, Escribe que algo queda, 16/5/1982






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